La justicia y la tecnología en El Salvador: retos y perspectivas

La adaptación de los Órganos Judiciales a una realidad cada vez más sofisticada es un reto constante en todo el mundo. Existen asuntos relacionados con la administración de justicia que cobran relevancia en el corto y mediano plazo y, si se aprovechan de manera inteligente, pueden volverse una oportunidad para satisfacer la creciente necesidad de resolver conflictos de manera ágil.

Digitalización de la función judicial

A pesar de la reticencia histórica de los Juzgados a establecer canales de notificación electrónicos por temor a la indefensión causada por una falla técnica, la pandemia obligó a implementar la iniciativa de notificar resoluciones por correo electrónico, lo cual ha sido un éxito rotundo y un medio seguro para comunicar las resoluciones a las partes.

El siguiente paso es habilitar la presentación electrónica de escritos y la celebración de audiencias virtuales. Aunque en este último caso hay ciertas complicaciones para valorar la credibilidad de un testigo desde una videollamada, existen actos de trámite que podrían atenderse de esta manera, ahorrando tiempo a todas las partes involucradas. Esta práctica ya funciona en algunas jurisdicciones y se volverá cada vez más necesaria para evitar la mora judicial.

Automatización de la tramitología

La Inteligencia Artificial y la aplicación de algoritmos a la vida cotidiana ha permitido la automatización de documentos jurídicos. Hasta ahora, el sector privado ha sido el principal beneficiario de estas facilidades, lo que ha aumentado el flujo de expedientes que trabajan los juzgados. Sin embargo, los colaboradores encargados de los proyectos de resoluciones que acompañan al juez suelen pasar gran parte del día en tareas como la notificación al demandado o el envío de oficios a otras instituciones.

Sería beneficioso si estos colaboradores pudieran completar estas tareas de manera más rápida y con un mínimo margen de error. De esta manera, se reduciría significativamente la espera por una solución de la controversia, ya que más recursos se dedicarán al estudio de la ley y la revisión de las pruebas, lo que se traduciría en sentencias más razonadas y precisas en menos tiempo. Además, se liberaría el tiempo de los colaboradores para trabajar en tareas más importantes.

¿Qué tal si los colaboradores pudieran evacuar esas tareas de forma más rápida y con un mínimo margen de error? La espera por una solución de la controversia se reduciría significativamente, pues más recursos estarían orientados al estudio de la ley y la revisión de las pruebas, lo cual se traduciría en sentencias más razonadas y precisas.

Capacitación sobre aspectos más allá de lo jurídico

En relación a lo anteriormente mencionado, el elevado número de expedientes judiciales pone en evidencia la necesidad de buscar eficiencias en el trabajo del sistema judicial y de contar con un equipo de colaboradores altamente capacitados. Sin embargo, para lograr esto, es necesario abordar desafíos que van más allá de la formación estrictamente jurídica. Es importante tener en cuenta que una herramienta eficaz sólo puede ser aprovechada al máximo si existe un equipo capacitado para utilizarla.

¿Quién enseña a un juez a transmitir su conocimiento a su equipo de trabajo?, ¿cómo se puede motivar al equipo para adaptarse a los cambios?, ¿cómo se puede evaluar su desempeño?, ¿deberían los jueces estar capacitados para diseñar e implementar proyectos de optimización de recursos y procesos operativos? A menudo, estos aspectos son subestimados o simplemente ignorados. Capacitar y alentar a los jueces en estas áreas puede ser clave para extender las mejores prácticas y experiencias exitosas en la optimización de recursos y procesos en el sistema judicial.

¿Hacia dónde vamos?

Los temas que se han abordado hasta ahora son solo la punta del iceberg en cuanto a la mejora de la administración de justicia. Aunque se trata de aspectos inmediatos y sencillos de implementar, sus beneficios para la sociedad son significativos. 

Es importante recordar que estos no son los únicos aspectos a tener en cuenta. Con la creciente implementación de tecnologías de información y comunicación, junto con el uso del Big Data y la jurimetría, la transparencia y el escrutinio público del Órgano Judicial aumentarán. 

Esto puede presentar desafíos y oportunidades para la administración de justicia, que deben ser enfrentados y aprovechados para mejorar aún más la eficiencia y eficacia del sistema judicial en beneficio de la sociedad.

Acerca del Autor

Abogado de Litigios

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